Tierra bañada por un mar azúl, “Andreano”, en espiritual devoción a San Andrés Apóstol, es la última evolución de un antiguo Linaje. Al principio estaba constituido por tres casas y una antigua capilla, de la que sólo permanece alguna ruina.
La primera de las tres se llamaba “Feronzo”, alrededor del cercano mar, la segunda “Ciddini” y por último Andrano, fortificada hacia los primeros siglos del año Mil para protegerse de los ataques de los piratas y de los bárbaros invasores. Cuatro imponentes cinturones de baluarte, con las mismas puertas están puestos en el centro de Andreano, dividida en dos partes por Via di Mezzo, hoy via Roma.